lunes, 14 de septiembre de 2009

Entronización de la Palabra




La entronización de la Palabra es especialmente significativa al iniciar el Mes de la Biblia, pues expresa el deseo de encontrarnos con Jesucristo, Palabra del Padre, Camino, Verdad y Vida de la humanidad.
Entronizar la Palabra de Dios es una confesión de fe por parte de la comunidad de los creyentes. Con este gesto, reconocemos la presencia misma de Dios en su Palabra, y la hacemos centro de nuestra vida. Alrededor de su Palabra, escuchándola y acogiéndola como Palabra de Vida, crecemos en nuestro camino de seguimiento del Señor y en nuestra dedicación a la causa del Reino, como comunidad de creyentes, testigos del amor de Dios.
Esta propuesta suministra tan solo pistas para organizar y realizar la entronización. Así, puede ser integrada a la Celebración Eucarística o, bien, a una Celebración de la Palabra. Esperamos, con este pequeño aporte, dar claves orientadoras en dónde hacer de este acto, un momento clave en nuestro Mes de la Biblia.



1
Ambientación


Ambientación externa

Se sugiere adecuar el lugar donde se profundizará por este Mes la Palabra de forma organizada, con creatividad y armonía. Que el espacio sea sobrio, bien dispuesto, ordenado y limpio.
Podemos colocar:
 Un ambón.
 Velas
 Flores, preferiblemente naturales, que se vayan renovando constantemente, para cada encuentro.

Se prepara con anticipación el ambón donde va a ser colocada la Sagrada Escritura (puede ser con flores y algún motivo propio de la reunión o asamblea, por ejemplo, con una pancarta con el lema del Mes de la Biblia).

Si la entronización es solemne se usan los ciriales y la cruz alta para la procesión; si es sencilla, el Diácono (o la persona designada) lleva en alto la Biblia durante toda la procesión.




Ambientación interna

Se aconseja conceder unos segundos de silencio orante a los participantes, para poder prepararse a este gesto comunitario en la intimidad del corazón. La idea es crear en nosotros y a nuestro alrededor, un clima propicio para la escucha.


2
Entronización de la Biblia

Saludo:

Que el Señor Jesús, Palabra de Vida que ilumina nuestro entendimiento e inflama con su amor nuestro corazón, presida esta Mes de la Biblia con su presencia amorosa, a través de la Palabra y en la vida de nuestra comunidad.

Monición:

Hermanos y hermanas: ¡Buenos días! (tardes, noches). ¡Rindamos un sentido homenaje y culto a la Palabra de Dios! Iniciemos nuestra procesión de Entronización de la Sagrada Escritura cantando, y como manifestación de nuestra alegría, recibámosla con un fuerte aplauso.

Canto:

TU PALABRA ME DA VIDA - Salmo 118
Las canciones de la asamblea. Paulinas.

TU PALABRA ME DA VIDA; CONFÍO EN TI, SEÑOR.
TU PALABRA ES ETERNA: EN ELLA ESPERARÉ.

Dichoso el que, con vida intachable,
Camina en la ley del Señor.
Dichoso el que, guardando sus preceptos,
Lo busca de todo corazón.

Postrada en el polvo está mi alma,
Devuélvame la vida tu Palabra.
Mi alma está llena de tristeza,
Consuélame, Señor, con tus promesas.

Escogí el camino verdadero
Y he tenido presente tus decretos.
Correré por el camino del Señor,
Cuando me hayas ensanchado el corazón.

Éste es mi consuelo en la tristeza:
Sentir que tu Palabra me da vida.
Por las noches me acuerdo de tu Nombre,
Recorriendo tu camino, dame vida.

Repleta está la tierra de tu gracia;
Enséñame, Señor, tus decretos.
Mi herencia son tus mandatos,
Alegría de nuestro corazón.


Al llegar al ambón, el Diácono (o la persona designada) la coloca en el ambón, en donde el sacerdote la inciensa o la venera con un gesto bien expresivo. Luego de la monición, empieza la proclamación de los textos sugeridos.


Monición:

Desde el Antiguo Testamento, la Palabra de Dios era colocada en un lugar preponderante, y desde ese lugar se proclamaba para todo el pueblo, iluminando sus proyectos. Con Jesús, Palabra vida, Palabra encarnada, es proclamada como Buena Noticia para todos nosotros. Escuchemos.

1ª Lectura: Neh 8, 1-12
Salmo cantado o recitado
2ª Lectura: Hch 4, 8-12
Evangelio: jn 6, 60-67

Si se desea, se puede hacer una breve homilía, o bien propiciar la participación de las personas en torno a la Palabra que ha sido proclamada. El sacerdote da la bendición con la Biblia.


Preces de la Comunidad


Celebrante:

Demos gracias a Dios que por medio de Jesucristo, su Palabra eterna, ha creado el mundo y por su Encarnación nos creó de nuevo, redimiéndonos. Pidámosle por el mundo entero, para que llegue a todos la salvación. Oremos juntos diciendo: Te rogamos, óyenos.

1. Para que el Evangelio penetre en los pueblos, se encarne en las culturas y hermane a todos los hombres sin distinción de condición social, raza, lengua o religión. Roguemos al Señor.

2. Para que la Palabra de Dios, viva y eficaz, llegue al corazón de nuestros gobernantes, los transforme y los haga comprometerse en la búsqueda sincera de la paz, la justicia y el bienestar. Roguemos al Señor.

3. Para que todos nosotros, llamados a través del Bautismo al seguimiento de Jesucristo, en este Mes de la Biblia abramos nuestros corazones a la Palabra y obtengamos de Dios la fuerza, la valentía y el amor suficientes para responder a nuestra vocación. Roguemos al Señor.

4. Para que, unidos a Jesús, aprendamos a amar como Él amó, y construyamos un mundo justo y fraterno. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, reunidos alrededor de la mesa de la Palabra y la Eucaristía, para que escuchando su Palabra, comiendo su Pan y bebiendo su Cáliz formemos con todos los cristianos un solo Cuerpo movido por un mismo Espíritu. Roguemos al Señor:


Celebrante:

Señor y Dios nuestro, que nos llamas al seguimiento de tu único Hijo, Jesucristo, y nos invitas a trabajar por tu Reino; atiende nuestras súplicas y haznos cada día mejores participantes en la comunidad, humanos y solidarios, para que podamos responder con amor al amor que nos has dado y ofrezcamos los frutos abundantes del trabajo que hacemos en nombre de Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

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